Compre Neurotox, es la solución a sus problemas, pues con la potente neurotoxina directamente extraída de la Cobra de Asia, usted dejará inmediatamente sus males atrás, pues su efecto relajante muscular es prácticamente inmediato y definitivo con este producto 100% natural.

¿Parece una locura no? comprar un envase con el veneno de la cobra que le llevaría a la muerte de manera casi inmediata si no encuentra atención médica y el antídoto a tiempo. Este veneno es 100% natural, así como muchos otros químicos que se extraen de la naturaleza. Entonces, ¿por qué la gente cree que 100% natural significa «bueno para la salud e inofensivo»?

Esto pensando en el timo en el que están cayendo muchos al comprar remedios de todo tipo, que se dicen 100% naturales y que, aunque lo fueran, pueden ser tremendamente perjudiciales para la salud. Después de todo, el tabaco también es natural y vaya que ha matado gente.

Ya sean adelgazantes, vitaminas, pastillas para crecer o achicarse, lo que sea, siempre hay que tener cuidado a lo que uno expone su cuerpo y creer en la etiqueta de que algo es «natural» es al menos iluso.

¿Pero cómo se atreven a exponer a la gente a estas cosas? bueno, creo que esa no es la pregunta correcta, pues la responsabilidad es de cada uno, está demostrado con creces de que algunos seres humanos no tienen escrúpulo alguno a la hora de encontrar una manera de ganar dinero, si no me creen pregúntenle a los dueños de las farmacias que se coluden o a los narcotraficantes. En ese ambiente no podemos sentarnos a esperar que llegue superman a cuidarnos (o el estado), la responsabilidad es nuestra y para generar un mercado se necesita tanto de vendedores como de compradores.

En definitiva, si usted tiene dos dedos de frente y cree entender lo que significa autocuidado, jamás compre medicamentos o remedios de ningún tipo en el comercio informal, ya sea por internet o en ferias. No importa que se vea lo más «natural» del mundo, pues lo natural también puede ser mortal.

Estimados lectores, estoy 100% seguro de que la mayoría ha llegado a este blog a través de la dirección http://romano.tuonda.cl así que si no se dio cuenta, mire unos centímetros arriba de este párrafo y notará que ahora tengo dominio propio!!!

RoMaNo.in es el nuevo nombre del blog, ahora con muchos menos caracteres y más fácil de recordar, pero con la misma información y renovadas energías para continuar entregando un espacio que pretende ser, en alguna medida, un aporte.

Debo confesar también que me causó cierta tristeza dejar el «TuOnda.cl«, aunque de todos modos el cambio es sólo de dirección, pues seguimos en el mismo servidor, formando parte de TuOnda Networks.

Nos estamos leyendo en el siguiente post!

El merengue es un delicioso postre, un pequeño pastel o pastelito de forma aovada o ahuevada, que se hace batiendo las claras de huevo a punto de nieve… Un momento, ¿Qué significa a «punto de nieve»?

Gracias a un excelente artículo que cito más abajo y la cooperación de un gran amigo que me pasó el enlace, por fin lo comprendí.

Punto de nieve

Cuando era pequeño me llamaba poderosamente la atención cómo a partir de una simple clara de huevo, una especie de líquido transparente-amarillento de apariencia viscosa, se puede conseguir algo que a mi me parecía sacado de un cuento de fantasía: una majestuosa especie de nube de color blanco inmaculado. Para rematar mis delirios fantásticos, resulta que eso recibía el nombre de «punto de nieve»… Hoy en día conozco el proceso que hace que esto sea posible, pero no por ello deja de parecerme, cuanto menos, curioso. ¿Quieres conocerlo tú también?
Como siempre, para comprender mejor la respuesta a la pregunta que encabeza este post es necesario saber antes algunas cosas.
El huevo
Como sabes, un huevo está formado por una cáscara en el interior de la cual hay una yema, compuesta principalmente por lípidos, vitaminas y minerales, que constituye el óvulo que hace posible la reproducción del animal que lo produce. Quizá pienses (o quizá no) que en el interior de un huevo la yema reposa sobre el fondo, pero no es así. La yema está suspendida en el centro del huevo, rodeada por la clara. La clara está formada principalmente por agua y proteínas, y tiene principalmente dos funciones. La primera de ellas es la de proteger la yema, constituyendo una barrera física, y también una barrera química, ya que su elevado pH dificulta el paso de microorganismos (por cierto, es uno de los pocos alimentos con pH básico). La segunda función es la de aportar nutrientes para el crecimiento del embrión.
Se podría decir que esto es pop art biológico (Fuente)
Composición de la clara de huevo
La clara representa aproximadamente un 60% del peso del huevo y, como acabamos de mencionar, está compuesta principalmente por agua y por una serie de proteínas, entre las que se encuentran: ovoalbúmina, ovotransferrina (o conalbúmina), ovomucoide, ovoglobulina G2, ovoglobulina G3, ovomucina, lisozima, ovoinhibidor, ovoglicoproteína, flavoproteína, ovomacroglobulina, avidina, cistatina…y así hasta cuarenta compuestos. Este conjuto de proteínas constituye lo que se suele denominar «la proteína del huevo». Como puedes imaginar dada su composición, la proteína del huevo es muy completa y tiene un elevado valor biológico, hasta el punto que es considarada por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) como la proteína de referencia.
Por si no lo sabías, esto es un huevo (Fuente)
Punto de nieve

En definitiva, la clara del huevo está formada por una mezcla de agua y proteínas. Cuando batimos una clara hasta alcanzar el punto de nieve, lo que estamos haciendo es incorporar aire a esa mezcla. Pero, ¿por qué el aire queda retenido y no se escapa? Esto es posible gracias a algunas de las proteínas que hemos mencionado anteriormente, principalmente ovotransferrina y ovomucina. Estas proteínas son compuestos tensioactivos, con una parte hidrófoba (que rechaza el agua) y otra parte hidrófila (que atrae el agua), lo que quiere decir que son capaces de unirse a la vez al aire y al agua. Es decir, estas proteínas se sitúan entre el aire y el agua (zona que se llama interfase), rodeando el aire y haciendo posible su dispersión en el agua de la clara. Es algo similar a lo que ocurre en la leche con la grasa y el agua, como ya vimos aquí.

Esto es lo que sucede entre las proteínas, el agua y el aire (Fuente)

Cuando comenzamos a batir, las burbujas de aire que se incorporan a la clara son grandes, pero a medida que continuamos batiendo su tamaño disminuye. Esto aumenta la estabilidad de nuestra mezcla de aire y agua, ya que conseguimos que las fuerzas de tensión superficial, que son las que mantienen las proteínas entre el aire y el agua, sean mayores que la fuerza de la gravedad, que es la que hace que el agua tenga tendencia a ir hacia el fondo del recipiente. Esta es la razón por la cual una clara batida es más estable que otra menos batida.

Un poco de nieve de gallina (Fuente)

La estabilidad de esta espuma se ve reforzada por otro fenómeno. Algo que también sucede cuando comenzamos a batir es que las proteínas que hemos mencionado se desnaturalizan por el efecto de la agitación, es decir, pierden su estructura original. Imagina un matasuegras enrollado. Esa es la estructura original de una proteína globular como las que hay en la clara de huevo. Cuando batimos, lo que hacemos es «soplar el matasuegras», es decir, la estructura de la proteína se desenrolla porque rompemos los enlaces que hacían esto posible. Ahora tenemos proteínas con forma alargada y con átomos capaces de unirse a otros átomos que estén libres como ellos. Así, unas proteínas se unen con otras formando una red o matriz. Esta matriz es una estructura tridimensional (imagina una esponja) que dan rigidez a la interfase aire-agua, es decir, que hace que la espuma sea más estable.

Debes tener en cuenta…
Hay dos errores que suele cometer un cocinero inexperto:

  • el primero de ellos es batir en exceso. Como sabrás, se considera que el punto de nieve adecuado se consigue cuando al dar la vuelta al recipiente la espuma no se cae. Si una vez llegados a este punto continuamos batiendo, conseguiremos un efecto contrario al deseado: acabar con la estabilidad de nuestra maravillosa espuma. Para esto hay dos explicaciones. Si batimos en exceso, es decir, si continuamos batiendo la espuma una vez que se han formado los enlaces necesarios para la unión del aire y el agua, lo que provocamos es que las proteínas continúen formando enlaces entre sí. Así, llega un momento en el que las burbujas de aire no tendrán espacio físico para permanecer dispersas y serán expulsadas hacia el exterior de la espuma. Otra explicación a lo que sucede es que el exceso de batido provoca una disociación de las proteínas, lo que hace que la espuma no sea uniforme.
  • el segundo error frecuente a la hora de montar claras a punto de nieve suele deberse a la presencia de parte de la yema del huevo. La yema contiene compuestos tensioactivos (algunos lípidos) que se unen a las proteínas de las claras e impiden que éstas formen una red, haciendo que la interfase aire-agua sea más débil. Concretamente lo que sucede es que las grasas de las yemas se unen a las partes hidrófobas (recuerda que repelen el agua) de las proteínas de las claras, reduciendo así su disponibilidad para unirse al aire. Este riesgo se corre en presencia de cualquier otra grasa. Es por eso que se recomienda que el recipiente en el que batimos no sea de plástico (podría tener restos de grasa, ya que es muy difícil de eliminar de este tipo de recipientes). Si añadimos las yemas una vez que se ha formado la espuma, no hay peligro de echar a perder su estructura, ya que las proteínas ya están ocupadas y no se unirán a los lípidos de las yemas. Truco: esto es lo que hace mucha gente cuando cocina tortilla de patata, así queda mucho más jugosa.

Algunos trucos

Algunas personas añaden algún ácido, como zumo de limón o vinagre, para facilitar el montado de las claras. Eso se debe a que los ácidos favorecen la desnaturalización de las proteínas ya que los iones hidrógeno que aportan los ácidos rompen los enlaces que mantienen plegadas las proteínas (recuerda el ejemplo del matasuegras). Además, los iones hidrógeno evitan en cierta medida la repulsión entre las proteínas, favoreciendo así la formación de una estructura estable. Esto último es lo que se consigue también cuando se añade sal, otro truco que emplea mucha gente a la hora de montar las claras.

 

Suflé

Como sabes, para cocinar un suflé, introducimos las claras a punto de nieve en el horno. Supongo que habrás oído muchas veces que no se debe abrir la puerta del horno mientras dure el proceso, ya que el suflé «se baja». Mientras el horno está caliente la estructura se mantiene: las burbujas de aire del interior y el aire del horno están a la misma temperatura. Llega un momento en el que las proteínas coagulan por efecto del calor, manteniendo la estructura estable aunque el producto se enfríe. Pero debes tener en cuenta que si abrimos la puerta del horno antes de que las proteínas coagulen, la temperatura desciende bruscamente y las burbujas de aire se contraen, lo que provoca que la estructura se desinfle.
Esto de extraña apariencia es un suflé. (Fuente)
¿Por qué ese color blanco? 
Si teníamos un líquido viscoso de color amarillo-transparente, ¿por qué ahora tenemos una espuma de color blanco? La apariencia de la clara del huevo antes de batirla se debe al efecto Tyndall (puedes saber más cosas sobre eso aquí). Cuando batimos, la estructura de las proteínas cambia y se forma una estructura diferente. Esto hace que la dispersión de la luz que llega hasta ellas también se diferente, lo que hace que apreciemos ese color blanco.

Fuente: gominolas de petróleo

La lógica dice que la obtención de un grado académico está relacionada con la finalización de un proceso de aprendizaje de gran complejidad y sobretodo rigurosidad. Quien tenga un grado académico y/o un título universitario, debiera ser una persona que cumple con ciertos requisitos y es visto por la sociedad como alguien inteligente, cuya opinión es importante y siempre válida.

Este fenómeno es muy parecido al del delantal de los médicos, la gente le da otro valor a las personas con delantal blanco, se presupone que son personas de inteligencia superior y se les respeta. Tanto es así que en Japón se está volviendo el último grito de la moda el uso de estas prendas.

Lamentablemente estos no son más que prejuicios, tal vez no el típico prejuicio que va en desmedro de quien es prejuzgado, pero no es menos grave ya que nos vuelve vulnerables. ¿Cuántos son los casos de personas que se ganan la vida gracias a la compra de un delantal blanco, ejerciendo la profesión de médico sin tener título alguno? La cuestión es que tendemos a aceptar sin cuestionamiento alguno lo que las «personas inteligentes» dicen.

Volviendo al tema de los grados académicos, en la publicación sobre la curiosa proposición de la Editorial Académica Española, hasta el momento hay más de 50 comentarios, la gente se mostró muy interesada en resolver el enigma de la misteriosa editorial que, por nada publica tu tesis y te regala una copia impresa. Los comentarios en general han sido razonables, hay gente que piensa que es un completo fraude, hay gente que los defiende, incluso comentó alguien de la misma editorial para aclarar sus servicios. Sin embargo, hay algunos comentarios que me han decepcionado, comentarios de gente que en pocas palabras y con muy mala ortografía muestran que ni siquiera han leído el artículo principal, que han pasado por alto importantes puntos o que sencillamente están fuera del recipiente.

El tema es que las únicas personas interesadas en leer y sobretodo comentar un tema como éste, son aquellos que hayan realizado algún trabajo académico y que, por lo tanto, han sido contactados por esta editorial para publicar su trabajo. Uno podría suponer que las personas que cumplen requisitos para que se les contacte para publicar un trabajo académico suyo son rigurosas, meticulosas y con claridad mental, pero no, aún hay mensajes del tipo «ay qué hago, díganme qué hacer» o «me llegó un correo de ustedes y me gustaría saber…»

Esta decepción me deja la lección de que hay que ser críticos siempre, un título, un grado académico o un delantal no significan necesariamente que podemos confiar plenamente en lo que se nos diga, para eso tenemos nuestro propio criterio.